Uno de los principales sueños que tenemos cuando somos niños es el de volar, un anhelo de la infancia que no todos pueden ver cumplido. El sueño de volar acompaña al ser humano desde el principio de los tiempos, haciendo que todos los que lo logran pasen a formar parte de ese selecto club de seres especiales.

Los aviadores suelen ser personas ambiciosas, que les gusta ir más allá, apasionados, que no encuentran límites en sus objetivos, con facilidad para trabajar en equipo y asumir el liderazgo.  Sus horizontes son líneas inalcanzables puesto que, a menos que nos digan lo contrario, la tierra es redonda. Esa tierra de la que a veces uno quiere escapar volando y que es en el aire donde encuentran el bálsamo de paz que solo ellos entienden.

Surcar los cielos. Si dejamos volar la imaginación todos alguna vez hemos sido aviadores, pero vayamos a la hemeroteca. El 17 de diciembre de 1903, el Flyer I (35 kilos de peso, un motor de 12 caballos y Orville a bordo) fue lanzado con una catapulta y mantenido durante 12 segundos cubriendo 36 metros sobre la bahía de Kitty Hawk en Ohio, todo un éxito para la época. Obviamente destacamos de la gesta de los hermanos Wright y sólo fueron 12 segundos a una altura no superior a unos 6 metros.

Nuestro protagonista, justo después de esta entrevista, se hizo 13 horas transatlánticas de vuelo hasta el remoto Chile. Nos preguntamos: ¿en qué se piensa durante tantas horas de vuelo? Nos lo cuenta el que es nuestra PORTADA de ADN Emprendedor, Carlos Poveda, CEO de UMILES.

Carlos tiene un perfil complementario y ambivalente, además de aviador es emprendedor. Carlos, ¿cómo convive tu yo aviador con tu yo empresario?

Ja ja ja, tienes razón, si a mí me preguntas con qué me identifico… debo decirte que claramente con mi vocación de aviador, ya.

paypal-visa-bizum

Comprar revista del mes

Suscripción 1 año

(6 revistas)

Emprendedores del mes

Descubre el último artículo de interés

Opiniones

Elige la temática que más te guste