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LegalCar.

En Empresa, Entrevista, Legal, Uncategorized
septiembre 20, 2022

“Ninguna escuela te forma para ayudar a una víctima de un accidente de tráfico. Es una cuestión vocacional”, Jorge Jabalquinto, Socio director de Legalcar

 

Dicen que la pareja perfecta no existe, sino que es el resultado de practicar políticas proactivas de autocuidado. Cuando uno quiere adentrarse en las relaciones de éxito parece ser que las características más habituales son el gusto por el respeto mutuo y el saber convivir de forma madura. Algunos incluso confirman que con el tiempo se llegan a mimetizan hasta los “gestos”. No cabe la menor duda qué la temática es 100% fascinante, de pleno interés para los humanos, qué, porque, ante todo, somos seres sociales, si se entendemos la sociedad como una estructura que surge para ayudarse los unos a los otros.

Aun así, se podría decir que las relaciones, incluidas las profesionales, son complejas, más en tiempos de constantes cambios. Sin embargo, ojo al dato, hay áreas, sectores y ámbitos que parecen evolucionar. Es decir que paulatinamente van arrojando datos más positivos vaticinando estos la toma conductas responsables. Puede que una de las áreas que ha ido “mejorado” con el tiempo, aunque siga siendo una de las principales causas de mortandad de nuestro país, sea la seguridad vial.

Bajo esta línea de flechazo conjunto, al más puro estilo de las épocas doradas, es la simbiosis que se procesan mutuamente Joaquín Torres y Jorge Jabalquinto. Un dúo profesional que comparte más que una empresa, un propósito de vida, bajo la marca: Legalcar. Asombra ver como se conjugan en perfecta comunión prácticamente desde la infancia – y sin saberlo ni ellos mismos para que luego hablen del destino. Ambos nacieron en entornos familiares similares, senos educativos que les inculcaron que la vida sólo tiene sentido cuando se vive al servicio de los demás. Por eso ahora en tiempo presente ambos trabajan al dictamen de valores comunes, conducta que sólo se sostiene cuando uno vive con sentido de humildad, habitual en aquellos que se saben dejar complementar. Eso sí, no hay completo alguno que se necesite cuando se trata de visualizar el futuro de Legalcar: automatizar procesos para focalizarse en lo que verdaderamente importa: “Ayudar a las víctimas de accidentes de tráfico”. Un servicio profesional 360º que se posiciona claramente contra la burocracia impersonalizada que practican el resto de los despachos que trabajan a volumen tramitando sin alma los expedientes de accidentes de tráfico.

Joaquín Torres. Co-Fundador de LegalCar.

Desde vuestro punto vista, ¿cuál es la condición sin ecuánime que debe tener un despacho como Legalcar?

Además de la especialización, que es la base técnica, trabajar para las víctimas de siniestros viales requiere de una clara vocación de ayuda enfocada en las personas. Hablamos de seres humanos que han sufrido daños físicos y económicos, que su vida ha cambiado, en ocasiones de forma drástica y muy dolorosa. La formación jurídica y la especialización es fundamental, porque son la herramienta para reclamar sus derechos, pero se necesitan más cualidades para apoyar a una familia que ha perdido a un ser querido en un accidente o ayudar a una víctima que se ha quedado en silla de ruedas de por vida. Ninguna escuela te forma para esto.

 

No es la primera vez que una empresa confirma que la pandemia “le fortaleció”. Contadnos, cuál ha sido resultado de este fortalecimiento”

Antes de la pandemia estábamos viviendo un crecimiento exponencial y esto nos ayudó a mantener un inmenso volumen de trabajo mientras duraron las restricciones de la pandemia. Otros despachos sufrieron las consecuencias de vivir al día, mientras que nosotros aprovechamos para fortalecer nuestra posición como uno de los líderes del sector y desarrollar nuevas estrategias de crecimiento. El tiempo nos ha dado la razón y ahora LegalCar ha recuperado los números de negocio de antes de la pandemia, con solvencia y rapidez.

 

Tenéis los papeles muy bien “repartidos”. ¿En qué consiste vuestra simbiosis técnica y personal”?

La clave de no es otra que buscar que los que forman parte de LegalCar compartan nuestro credo “ayudar”. Somos privilegiados, trabajamos en lo que nos gusta y eso se transmite en el trabajo y en los resultados. Evidentemente tenemos alguna diferencia, mentiríamos si decimos lo contrario, pero siempre hemos sabido respetar las opiniones o las intuiciones a la hora de tomar decisiones de dirección. Creemos a ciegas el uno en el otro. La simbiosis entre ambos es algo que desde el primer día que nos conocimos fue evidente y ayuda a que todo sea mucho más fácil, ya que ambos desde ámbitos diferentes nos complementamos. Como anécdota: muchos clientes y compañeros nos intercambian nuestros nombres, lo que tomamos con humor.

 

Legalcar claramente sabe leer lo que verdaderamente importa para estar la vanguardia de la industria, Si tuviéramos una víctima en frente, ¿Cuál sería el vuestro valor diferencial? 

Nuestro compromiso va más allá de lo jurídico. Como hemos dicho, el ámbito legal es la herramienta para reclamar las indemnizaciones. Con un simple vistazo a las opiniones de nuestros clientes (por ejemplo, en las reseñas de Google) se comprueba que reclamar la indemnización justa al final no lo es todo. Los clientes destacan nuestra labor humana por acompañarlos en todo el proceso, desde que sufren el accidente hasta que comienzan a padecer los daños personales.

Jorge Jabalquinto

Jorge Jabalquinto. Co-Funfandor de LegalCar.

Legalcar, es un despacho que está en pleno crecimiento. ¿Dónde os veis en los próximos años

Nos vemos enseñando nuestro método a profesionales que se quieran dedicar a ayudar a las víctimas de tráfico, con una gran red de profesionales distribuidos por toda España.

 

Visión sobre el contexto cultural y social de España. Hemos mejorado, pero todavía queda mucho campo de mejora. ¿Cuál es vuestra visión de progreso? 

La estabilidad política sería clave. Reducir la siniestralidad no necesita de ideologías, pero las prioridades de gobiernos cortos no son las mismas si los gobiernos no tienen de continuidad. Y no hablamos solo a nivel nacional, sino también a nivel Comunidad Autónoma y Municipios. Con estabilidad habría, por ejemplo, una mayor atención en mejorar las infraestructuras, apuesta firme por tecnologías que salvan vidas, ayudas para renovar el parque automovilístico,  ayudas a la formación y educación vial, se daría más voz a divulgadores, asociaciones y fundaciones.

Hay mucho margen de mejora en la implicación individual de cada uno. La siniestralidad es algo que tenemos aceptado socialmente. Mientras no nos toque, no invertimos ni personal, ni económicamente. Esa falta de implicación también se traduce en que las víctimas sean señaladas cuando reclaman sus indemnizaciones. Todas son sospechosas de fraude y el sistema favorece que las compañías de seguros sigan en una posición de superioridad frente a la víctima. ¿Un ejemplo? ¿Por qué se ven todos los años reportajes en televisión de fraudes a las compañías por parte de falsos lesionados, pero no se habla de las víctimas que tienen que acudir a juicio para reclamar lo que les corresponde? ¿No es un fraude que un gran lesionado reciba una oferta de 240.000€ y acabe ganando su juicio contra una compañía de seguros por un valor de indemnización de más de un millón y medio de euros? Esto es un caso real de nuestro despacho.

 

Nos consta que estáis comprometidos a nivel de responsabilidad social corporativa. ¿Dadnos más pistas? 

LegalCar es una idea que sobrepasa la esfera de los despachos tradicionales. Un buen ejemplo, El Plan LegalCar, en nuestro canal de YouTube entrevistamos a personas de todos los sectores que intervienen en el tráfico: técnicos de emergencias, políticos, policías, asociaciones, psicólogos, divulgadores, escritores…

 

¿Y quién cuida de vosotros? 

La mejor terapia es saber qué hacemos un trabajo que ayuda a terceras personas, pero en esos momentos de estrés y bajón anímico que podemos tener todos nos apoyamos lógicamente en nuestras familias y nuestros compañeros que son nuestra segunda familia.

Revista Agosto