
Tener un buen nombre comercial es casi como hacer trampas
constituye lo que en marketing llamamos una “ventaja competitiva”. Es decir, hace que tu marca sea percibida mejor que el resto. Y esto se traduce en dinero.
¿Estás emprendiendo y te interesa contar con el enorme impulso que supone tener un buen nombre de marca? Estos son los 10 ingredientes clave que debes incluir en tu fórmula mágica:
Estos son los 10 ingredientes clave que debes incluir en tu fórmula mágica:
- Valor estratégico: Un buen nombre potencia tu idea porque sugiere algo sobre ella. Por ejemplo, Amena revolucionó el sector de la telefonía móvil cuando en 1998 irrumpió en el mercado con un nombre sencillo, humano y cálido que representaba a la perfección su enfoque. El nombre “Amena” expresa algo muy diferente que los nombres “Airtel” o “Telefónica”, ¿verdad?
- Capacidad diferenciadora: Un buen nombre te ayuda a destacar sobre tus competidores. Coco Chanel lo sabía cuándo decidió llamar a su icónico perfume “Nº5”, en una época donde las fragancias solían tener nombres muy románticos y algo cargantes, como “Eternity” o “Pleasures”. ¡Toda una declaración de intenciones, moderna y diferenciadora!
- Fuerza sonora: Kit Kat, Exxon, Coca-Cola, Wallapop, Bing… ¿Sabrías decir qué sensaciones o emociones producen estas marcas solamente por la manera en la que suenan sus nombres? El sonido tiene la capacidad de transmitir mucho: diversión, potencia, frescura, alegría. ¿Qué te gustaría a ti expresar con el nombre de tu marca?
- Fuerza visual: con algunos nombres, es mucho más fácil que con otros imaginarse un logo impactante y llamativo. Simplemente por el aspecto de sus letras y el ritmo en que éstas se combinan. Es un plus que tu nombre contenga caracteres inusuales en nuestro abecedario, como la: “z”, “w”, “y”,”k” y “x”. Piensa en Kayak, X-Box, Zara, Xerox u Oysho.
- Enfoque en nuestro público. No es lo mismo una marca de gafas dirigida a millenials como Hawkers… Que una marca de bolsos dirigida a un público más adulto y exclusivo como Bottega Veneta. Si tu negocio es mundial, puedes necesitar un nombre diferente en cada país. La marca Frigo, por ejemplo, se llama Holanda en México, Heartbrand en Estados Unidos, Eskimo en Austria y Kibon en Argentina.
- “Storytelling”. Es la capacidad que tiene un nombre de “contar una historia”. A los seres humanos nos fascinan desde siempre las historias. Por eso la marca de joyería “Uno de 50” tiene un gran nombre. Es como un chispazo de imaginación que te incita a querer saber más. Y le permite a la marca comenzar a contar una historia de artesanía y exclusividad (inicialmente, solo creaban 50 unidades de cada joya).
- Emoción. Las decisiones de compra de hoy son emocionales. No pensamos, sentimos. Por eso, cuando el Parque Biológico de Madrid cambió su nombre a Faunia, los resultados fueron impresionantes. El número de visitantes se disparó radicalmente. De tener un nombre frío, distante, científico, más de lo mismo… pasaron a tener un nombre que prometía emociones: diversión (se parece incluso a la palabra “fun”), alegría, un parque para todos.
- “Punch”, o gancho comercial. Sea en internet o en medios tradicionales, vas a tener que hacer publicidad de tu marca. Y hay nombres que tienen más fuerza comercial que otros, son más memorables y liderarán mejor tus campañas. No necesariamente son los más originales: PayPal, Milka, Nike, Lays… Pero tienen fuerza comercial. Tienen ese ingrediente indescriptible llamado “punch”.
- Disponibilidad en internet. Ya sabes que hoy en día, si no estás en internet no existes. Por eso un buen nombre debe permitirte comprar tu dominio .com y debe permitir que tus clientes y tu público potencial te encuentren fácilmente. Y por supuesto, lo mismo es aplicable a redes sociales como Instagram, Facebook o Twitter.
- Registrabilidad como marca. Un error típico al elegir tu nombre es no chequear las bases de datos oficiales de marcas registradas, como el de la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas). Elegir un nombre de marca que ya esté registrado por otra empresa es muy arriesgado: el día de mañana te pueden obligar a dejar de operar e incluso reclamar una indemnización